Paisaje Sonoro Doméstico

GUILLERMO RAFAEL TORRES CAMPOS 9 noviembre, 2017

Confieso que, al inicio del semestre académico, al leer las especificaciones generales de este tercer ejercicio, había imaginado lo interesante que sería realizar un registro sonoro de un lugar que no sea mi propio espacio, donde la interacción sea otra y los sonidos también. Por lo que pensé en acontecimientos como la procesión del Señor de los Milagros, o en festividades como el Día de los Muertos en el Cementerio Nueva Esperanza en Villa María del Triunfo, o quizá espacios más concurridos como el Barrio Chino. Lamentablemente, y siguiendo las indicaciones, me he tenido que remitir a grabar en mi área doméstica, y aunque ello no tendría por qué ser menos relevante bajo intereses etnográficos, me hubiera gusta aprovechar mucho más un espacio más rico en información. Soy consciente que estas las últimas palabras podrían evidenciar cierto sesgo de mi parte respecto a un lugar o una obvia intención de exotizar un determinado espacio; sin embargo, permítanme confesar que mi espacio doméstico tiene cierta particularidad que no me atrae como fuente informativa.

Por razones laborales, académicas y por qué no, también económicas, me he visto obligado a mudarme a la urbanización Elio en el Cercado de Lima, por un lado, me brinda más acceso al trabajo y, por otro, estoy a 10 minutos de la PUCP. Soy una persona que vive sola y alquilo una habitación en la terraza que está en el cuarto piso de una casa, la misma que me provee de un solo ambiente, por lo cual entenderán que no cuento ni con cocina, ni comedor, ni lavandería, ni cochera.

A pesar de mi inconformidad con el espacio como paisaje sonoro, procedo con el registro usando como premisa lo dicho por Westerkamp: “exponer nuestros oídos a cada sonido a nuestro alrededor sin importar dónde estemos”. Estando en casa, en vez de realizar un soundwalk, decido realizar la grabación desde un punto fijo, la razón por la que elijo este sitio es porque se trata del rincón donde paso más tiempo: el escritorio de trabajo, es desde aquí donde le daré prioridad a mis oídos procurando que, incluso, los sonidos más delicados y silenciosos no pasen desapercibido.

Inicio escuchando los sonidos que genera mi propia corporalidad (como mi respiración) con los objetos con cuales entro en contacto, por ejemplo: la manipulación del mouse y el teclado de la computadora, el sonido del lápiz al escribir en el papel, o el repentino sonido al moverme que emite la silla donde me encuentro sentado; tales ruidos establecen el primer diálogo entre quien redacta y el medio ambiente. Se trata pues, de una plática con mi entorno, el mismo que responde por medio de sonidos caracterizados por una determinada acústica.

Si bien puedo reconocer –individualmente- el sonido del click del mouse, el del cooler de la laptop, o el tic-tac de mi reloj, hasta ahora no se tratan más que de sonidos aislados; por lo que habría, más bien, que de entenderlos como parte de una composición ambiental más grande donde la idea es escucharlos a todos cual si fueran notas de un mismo acorde. Me pregunto: ¿me gusta lo que oigo?, la respuesta es no, pues no escucho más que un sonido ambiental conformado por voces de la calle que entran por mi ventana, que se combinan con sonidos de autos que pasan por mi calle, con los sonidos que gestan mis propios dispositivos electrónicos y análogos y ello me hace sentir que quizá no hay más, que es lo único que mi espacio doméstico me puede brindar a esta hora de la mañana. Sin embargo, ¿qué me dicen estos sonidos?

En primer lugar, me dicen que estoy en un entorno diferente al cual viví los últimos 5 años, y antes de caer en generalizaciones, he de decir que se trata de una pequeña muestra sonora representativa de un área geográfica más transitada y populosa, en donde existen prácticas que en otros distritos quizá no y, aunque mi intención no pasa redundar lo que ya expone el audio, solo basta con oír los primeros segundos del registro para notar como esta “cultura auditiva” me permite obtener una comprensión más profunda de los miembros de esta área urbana y las formas en que sus sujetos se relacionan entre sí a través del sentido del oído; ya que, también proporcionan información importante sobre una amplia gama de acciones y actividades que posee dicha sociedad, solo pongamos atención y sintamos, por ejemplo, la presencia de comerciantes chatarreros quienes cada día pasan cerca de la misma hora, previo al camión de basura, con la intención de rescatar, cambiar o comprar lo que ellos crean reusable o vendible.

Esto es sólo un ejemplo de cómo es que la vanguardia contemporánea no precisamente está enmarcada únicamente en tecnologías y metodologías de observación. En vez de pretender mantener la hegemonía visual, por qué no proponer propuestas más alternativas que involucren no el uso de otro sentido por excelencia; sino, un uso conjunto de los mismos. Esto rechazará la dicotomía simplista entre el ojo y el oído, determinando cómo las prácticas auditivas contemporáneas difieren de las tradicionales al punto en que el acto de escuchar desempeña un papel en la forma en que las personas se ocupan de sí mismas como sujetos en formas corporales, sensoriales y especialmente auditivas.

Bibliografía

• LYOTARD, Jean-Francois. La condición postmoderna. Informe sobre el saber. Buenos Aires. Editorial R.E.I. Argentina S.A. 1991.
• MARCUS, George. 2001. Etnografía en/del Sistema Mundo. El surgimiento de la etnografía multilocal. En: Alteridades, 11 (22): 111-127.
• WESTERKAMP, Hildegard. Soundwalking. (1974) en: http://www.sfu.ca/~westerka/writings%20page/articles%20p ages/soundwalking.html
• ERLMANN, Veit. Hearing Cultures. Essays on Sound Listening and Modernity edited.

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Un Comentario

08717493

10 noviembre, 2017

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Sí, a mí también me interesa lo cotidiano y grabé un momento de mi día a día. Concuerdo contigo en que todos los sentidos deben participar. Y creo que cuando haces observación, sea participante o no, de hecho se involucran todos los sentidos. Por eso es que tengo una confusión. ¿Lo sonoro se está planteando como forma de crear la etnografía? Creo que como dato y como objeto de estudio ha sido incluido desde hace tiempo. Sin embargo, como respuesta a mi pregunta, salvo que sea como un elemento adicional para comunicar mi investigación, no lo veo.

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